domingo, 27 de julio de 2014

Para niños: El pequeño agujero, Isabel Pin


¿Qué será el pequeño agujero?

Esta es la pregunta a la que encontraremos respuesta en las páginas de este álbum ilustrado. 
Pero antes de llegar al final y descubrir que el misterioso agujero es algo mucho más común de lo que creíamos, en cada una de las páginas veremos lo que el agujero no es, mientras el pequeño lector va acariciando los círculos menguantes y disfrutando de la intriga. 


No es un cráter, ni un agujero en el hielo, ni el desagüe de la bañera, ni...

Es un libro precioso, con unas ilustraciones sutiles de tonos suaves, y una sorpresa final. Sirve también para jugar a las adivinanzas con los niños, que a partir de los dos años lo disfrutarán mucho.



 

* (Si te interesa este libro y no lo encuentras en tu librería de barrio o en la biblioteca, puedes ayudarme a mantener el blog  comprando El pequeño agujeropinchando en el título. Muchísimas gracias).













lunes, 21 de julio de 2014

Que sí, que el alemán puede ser bonito

Después de dos meses estudiando alemán como si no hubiera mañana (de exagerados está el mundo lleno) por fin me he examinado del nivel C2. El examen consta de cuatro partes que se corresponden con las cuatro destrezas que necesitamos para comunicarnos y entender una lengua extranjera: comprensión lectora, comprensión auditiva, expresión escrita y expresión oral. El examen era jodidamente muy difícil, pero espero aprobar dos de las cuatro partes. Dentro de unas semanas ya os contaré. 
Mi caja de tarjetas para aprender vocabulario
Quiero empezar una serie de entradas sobre algo que lleva rondándome la cabeza durante mucho tiempo (bastante antes de empezar a escribir por aquí). Y es que el alemán, a pesar de sus dificultades y de los prejuicios que arrastra cual losa cuajada de consonantes, también es un idioma increíble (ayyy, la fe del converso pensaréis algunos de los que me conocéis), en el que los significados y los significantes de las palabras en muchas ocasiones no son arbitrarios sino que responden a una lógica aplastante que a veces roza con las greguerías y otros juegos lingüísticos. El que el alemán sea adicto a las palabras compuestas ayuda mucho a este ensamblaje de conceptos. Según he ido avanzando en su aprendizaje he ido descubriendo cada vez más de estás adivinanzas escondidas en las palabras, y es algo que me produce un pequeño placer y sonrisas pícaras (si es que hay que ver cómo son...). Sepáis o no sepáis alemán creo que mi lista de palabras con su traducción literal de significados os va a gustar y resultar curiosa:
  1. Glühbirne: bombilla. Traducción literal: Glüh (incandescente)/ Birne (pera). O lo que es lo mismo una pera que brilla.
  2. Fahrstuhl: ascensor. Traducción literal: Fahr (raíz de "conducir"/Stuhl (silla). O sea una silla móvil.
  3. Wildschwein: jabalí. Traducción literal: Wild (salvaje)/Schwein (cerdo). Que es un jabalí más allá de un cerdo salvaje.
  4. Frühstuck: desayuno. Traducción literal: Früh (temprano)/Stück (bocado).
  5. Eckzahne: colmillo. Traducción literal: Eck (raíz de "esquina")/Zahne (diente). El colmillo no es, ni más ni menos que el diente de la esquina
  6. Sinnestäuschung: alucinación/ilusión óptica. Traducción literal: Sinn (raíz de "sentido")/Täuschung (cambio). Una alucinación es a todas luces un cambio en los sentidos, ¿no?   
Mi lista de palabras es mucho más larga pero creo que es mejor ir racionándolas para no abrumar o aburrir, o las dos cosas. ¿Conocéis alguna más para la próxima entrada sobre el tema?






lunes, 14 de julio de 2014

Para niños: Señores bien afeitados para aprender a dibujar barbas y mostachos



Señores bien afeitados para aprender a dibujar barbas y mostachos es un cuaderno para colorear. No tiene texto ni argumento, pero eso no significa que no cuente nada. Sus personajes son tan expresivos y encantadores que es difícil resistirse a darles una personalidad y una historia mientras los coloreamos con los enanos. 
De todos los cuadernillos para pintar que tiene M. este es el mejor. Os dejo una muestra de nuestras interpretaciones y de las que aun nos quedan por hacer.
Caras de colores
Buceando por la vida


Pájaros en la cabeza, versión M.



Cuello largo y cuellicorto esperando su turno para huir del gris.


Este clima me enfosca el pelo. ¿Ah, si? Mira, yo no tengo ese problema.

Cada vez me pesa menos la cabeza sobre el chaquetón.


Me acabo de dar cuenta que no hemos pintado ninguna barba, mostacho o bigote.
El libro es de Laura Ginés y Pere Ginard, y la editorial A BUEN PASO. 






jueves, 10 de julio de 2014

Lecturas por meses: junio


Junio no ha sido un mes animado en cuanto a lecturas, aunque tengo la sensación de haber leído y leído. Será por el tiempo que he dedicado al alemán y por las vueltas que he dado por Internet picoteando artículos y reportajes.

Sommerstück, Christa Wolf: he pasado muchas horas leyendo esta novela. La definiría como una novela del recuerdo, de crisis existencial y nostalgia (Sehnsucht, palabra que, curiosamente, también se puede traducir por ansiedad, mi compañera de este mes). Llena de símbolos, alusiones veladas, pensamientos y con muy poca acción. Relata la vida de un grupo de intelectuales de Berlín que pasan un verano en una región rural de la Alemania oriental a finales de los años 70. La obra tiene varios niveles de lectura y muchas interpretaciones posibles sobre la búsqueda de utopías, el desengaño, la vida cotidiana bajo un régimen autoritario y las contradicciones en el camino que lleva a una vida más plena. Me alegra mucho poder leer a autores alemanes directamente en su idioma pero siento que me pierdo muchos matices y sensaciones. (Esta es una lectura obligatoria que tengo que hacer para mi examen de alemán, si no es posible que nunca hubiera leído esta obra o a su autora). Me ha resultado difícil y a ratos incomprensible. Así que la valoración es agridulce.
El vano ayer, Isaac Rosa: Sigo con ella. Novela social sobre el movimiento antifranquista de los años 60 en Madrid abordada desde planteamientos formales y estilísticos totalmente alejados del realismo social al uso. Muy interesante y dura de leer. Cuando la termine espero escribir una reseña más detallada.
Los Papalagi: empecé a releerlo con vistas al blog ya que es una lectura que considero que todo el mundo debería hacer y quería dedicarle una entrada pero la realidad me ha hecho desistir. La dejo reservada para mis merecidas vacaciones.


 

martes, 1 de julio de 2014

Ansiedad, neuras, mala caligrafía y estructuralismo


Ya habéis visto que en el último mes casi no he escrito en el blog. No tengo mucho tiempo, pero sobre todo tengo una importante dispersión mental. Estoy atravesando uno de mis momentos de, llamémosle, "agobio mental". No sé si tiene mucho sentido escribir sobre ello de forma pública, pero tomándome la escritura como parte de la terapia que no me puedo pagar, sí la tiene. Contar los que nos pasa es muy terapéutico y hacerlo por escrito ayuda también a relativizar, entresacar preocupaciones difusas y verbalizarlas. Es parte de un proceso que no funciona siempre en dirección ascendente sino que oscila, gira sobre sí mismo y muchas veces también va hacia atrás. 
Hechos objetivos que ayudan a la neuritis:
  • Estoy estudiando para examinarme del nivel C2 de alemán. Es una meta bastante aventurada ya que mi conocimiento de este idioma tan ingrato al estudio y la memorización es todavía dubitativo y vacilante. Pero, ayyy, este mundo nuestro adorador de títulos, titulillos y titulotes así me lo demanda para tener más opciones de poder ganarme el pan.
  • Estoy en una fase ingrata del aprendizaje, en la que parece que en vez de avanzar retrocedo y sufro un fuerte bloqueo a la hora de expresarme, es decir, que me trabo, declino incorrectamente y a veces construyo frases, sobre todo si son subordinadas, que se parecen a puzles indescifrables. Lo que más me jode es que cometo una y otra vez los mismos errores, de los que soy consciente en el momento en que salen por mi boca sin poder evitarlo. Cosas de la interlingua me dirían los lingüistas.
  • Para añadirle emoción tengo en marcha algunos trabajos de corrección y proyectos que pueden salir o no dependiendo también de lo que me los trabaje.
Las circunstancias me requieren una extrema concentración, pero por el estrés que me genera el asunto esta brilla por su ausencia. Y a cambio tengo una ristra de pinchazos oculares, dificultad para enfocar las letras, dolores de cabeza, tortícolis, nervios aflorantes, und so weiter, vamos que estoy hecha un cromo.
Siempre he sido una persona hipocondriaca, preocupada por la salud o la falta de ella, y sufro episodios recurrentes de somatización. Dolores difusos e insidiosos que me persiguen cuando estoy agobiada o gracias a los cuales me agobio (pescadillas que se muerden la cola y círculos viciosos dixit). En los últimos veinticinco años he sufrido dolores de estómago sin causa conocida, otitis que parecían no curarse nunca, pinchazos de ovarios y pesadeces pélvicas, cistitis no infecciosas por contracción de la vejiga, migrañas musculares y alguna otra cosa que seguro que me olvido. Y todo desapareció después de un tiempo, que objetivamente no fue corto, tan repentinamente como había aparecido. 
Ahora vuelvo a sufrir "la neura" y el malestar físico hace puntual su aparición: "Cucú, ¿te habías olvidado de mí?".
El agobio esta vez también es mental. Mi capacidad de mantener una conversación interesante y fluída se ralentiza. Las palabras se me escurren antes de llegar a pronunciarlas, como si el alemán ocupara su espacio.
Al volver a estudiar de forma regular asisto como una espectadora alucinada a una serie de carencias: desorden, falta de método y lagunas estructurales= caos mental.
Siempre he sido una persona desordenada y hasta hace poco me he jactado de ello, como si en realidad fuera un don concedido a las mentes creativas que se rebelan contra el convencionalismo y la grisura de la vida, pero poco a poco, y a golpes, estoy aprendiendo que necesito ese orden, del que renegaba, en ciertas parcelas de mi vida y para poder conseguir las metas que me propongo.
Así que lanzo el conjuro al aire para librarme de ello: Estoy harta de las pilas y montones de papeles que sepultan lo que busco. Harta de mi letra manuscrita ininteligible y escorada. Aborrezco no saber estructurar los textos sin saltar de un tema a otro y añoro esa formación en retórica y oratoria que nadie me proporcionó más allá del tedioso estudio de la Poética de Aristóteles y los estructuralistas franceses, leídos por profesores hieráticos de voz monocroma.
Mi profesora de alemán pone los ojos como platos mientras me pregunta: "¿No hacías presentaciones orales de los temas de las asignaturas en seminarios de aprendizaje colectivo? No. ¿No os enseñaban a criticar, a disentir, a llegar a vuestras propias conclusiones sobre las materias? Cuento con los dedos de una mano los profesores que siguieron esa senda. ¿Pero qué estudios universitarios son esos" No tengo respuesta. 
Así que en esas me encuentro en medio de una entretenida crisis académica y con montañas de conocimientos a los que enfrentarme. 
¡Dadme ánimos! 











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